"Voy a tratar mi salud, me queda una afección de donde estuve recluido. El lunes ya daremos adelantos. Venezuela a seguir trabajando, tenemos potencial para crecer", dijo Rivero a la prensa al quedar libre tarde en la noche del viernes, en alusión al quebranto de salud que lo aqueja tras una huelga de hambre de 16 días que realizó "en rechazo al proceso judicial que le abrieron".
El coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, confirmó a través de la red social de Twitter que el general fue internado el sábado en un hospital de Caracas.
"Estoy con Antonio Rivero en la clínica, tiene una infección respiratoria e impacto digestivo como consecuencia de la huelga de hambre", escribió López.
"En los próximos días dará detalles sobre lo que fue su detención y los próximos pasos", comentó López, quien en otro tuit anexó una foto en la que se veía al general retirado, acostado en una cama de hospital y portando una mascarilla en su rostro.
La liberación de Rivero, quien permanecía recluido en la sede de la policía política desde el 27 de abril, fue exigida por líderes opositores y activistas de los derechos humanos que lo describen como "un preso político".
El general retirado fue imputado de los presuntos delitos de "instigación a delinquir" y "asociación para delinquir... por su presunta vinculación con hechos de violencia ocurridos recientemente en el país" luego de las elecciones presidenciales, indicó la Fiscalía General. El gobierno y las autoridades judiciales sostienen que durante esos hechos violentos que se escenificaron en la capital y otras ciudades del interior del país, 9 personas murieron y otras 78 resultaron heridas.
"Antonio Rivero es un preso político de Nicolás Maduro", dijo López, al rechazar la detención del miembro de su organización, y adelantó en días recientes que su organización acudirá a instancias internacionales para denunciar el caso de Rivero y la existencia de "persecución política" en Venezuela.
Las tensiones entre el gobierno izquierdista venezolano y la oposición se intensificaron luego de una solicitud de nulidad de todo el proceso de los comicios presidenciales del 14 de abril en los que el oficialista Maduro obtuvo la victoria con 7,5 millones de votos, superando por un estrecho margen de 224.739 sufragios al candidato opositor Henrique Capriles.
La ajustada diferencia generó cuestionamientos de la oposición, que se ha negado hasta ahora a reconocer la victoria del oficialista por la existencia de irregularidades, impugnó todo el proceso electoral ante el Tribunal Supremo por supuestos "vicios" y exigió la repetición de la consulta.
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